Entrevista: Cuando lo imposible se convierte en posible -Josep Dosta, CEO de Woodys Eyewear

Siempre me ha fascinado esa gente que parece tener un radar para lo extraordinario. Que toma decisiones que nadie se atreve a tomar, que va por caminos que otros ni siquiera ven. ¿Será que tienen acceso a algún secreto? ¿Un método escondido, una fórmula mágica? O, quién sabe… ¿algo mucho más simple?

Con esa pregunta en la cabeza, entrevisté a Josep Dosta, CEO de Woodys Eyewear. Tal vez el nombre ya te suene: una marca española de gafas que ha conquistado más de 72 países, con 15.000 puntos de venta y una facturación que ronda los 20 millones de euros. Celebridades como Adriana Lima, Demi Lovato o incluso Taylor Swift han lucido sus diseños.

Pero no, no son las cifras lo que más llama la atención. Lo realmente curioso es que Woodys no creció intentando parecerse a las demás. Creció haciendo justo lo contrario…

Josep me recibió en las instalaciones de Woodys, un espacio de 4.000 m² que parece pensado no solo para trabajar, sino para vivir. Desde el primer paso, se nota el orgullo en cada detalle: plantas en la terraza, zonas al aire libre que invitan a respirar, baños que no son solo baños — y obras de arte que no están ahí por estética, sino porque viene de una familia con arte en las venas.

Y luego están las paredes. En una de ellas, un mural con fotos de celebridades que han llevado las gafas Woodys. Pero justo al lado, hay otro mural. Más discreto, pero más poderoso: el equipo. Ese contraste dice mucho: Woodys celebra también la luz interna.

Pero no siempre fue así. Josep me lo contó con ese humor tranquilo que solo tienen los que no se toman demasiado en serio: su primera oficina estaba justo al lado de una granja. El olor a cerdo era su compañero de jornada. Y durante nuestra charla, fueron apareciendo otros momentos clave en la historia de la marca. Como aquella vez en que se atrevieron a lanzar colecciones llenas de color en un mercado dominado por el gris. O cuando decidieron dejar atrás la madera —el material que dio nombre a la marca— para explorar nuevos caminos.

Y ahí está el quid de la cuestión.

Quizás el éxito no sea la cima, sino lo que construyes mientras subes, sin perderte a ti mismo en el camino.

Vivimos en un mundo empresarial que habla mucho de disrupción, pero se incomoda con la diferencia real. Que premia la autenticidad en los discursos, pero la penaliza en las decisiones. Y ahí es donde Woodys marca la diferencia: ser valiente en serio. Con contradicciones, riesgos y elecciones difíciles. Y ahí está la diferencia entre tener una empresa… y tener una visión.

“El sabio sigue el camino, no a la multitud.” Proverbio chino.

Gracias por recibirme tan cálidamente justo cuando estoy empezando y por responder a muchas de mis dudas con tanta naturalidad y sencillez. (Y gracias también por las gafas, que aunque elegí las más sobrias y menos coloridas de toda la colección, ¡me encantaron!)

Que Woodys siga creciendo, que siga coloreando muchos rostros y conquistando otros muchos lugares que tampoco imaginaste.

Video: Manuel Baena - @mbg_dronegraphy
Woodys: woodyseyewear.com
Natalie de Rosa: Comunicadora estratégica.